miércoles, noviembre 30, 2005

A propósito de...una clavadez, si se me permite

La revista electrónica Slate suele tener enfoques liberales, inteligentes y divertidos en sus notas. A pesar de sus limitaciones de espacio por ser distribuida a través de un medio "veloz" (el Internet), sus colaboradores rara vez toman un asunto a la ligera, EXCEPTO esta vez:
Hoy no podré traducir el artículo porque tengo harto de chamba, pero me gustaría que los comiqueros entendidos del inglés lo leyeran y se molestaran aunque sea un poquito.

O al revés, que me dijeran cómo llego a este párrafo de cierre el autor del review de WATCHMEN "Fighting evil, quoting Nietzsche, did the comic book really need to grow up?:

Whether you take this self-reflexivity as evidence of a newfound sophistication
on behalf of the comic book, or as self-hatred tricked out as superiority—that
old adolescent standby—is up to you. Watchmen was unquestionably a landmark
work, a masterpiece, even. Before Moore came along, comic books were not
generally in the habit of quoting Nietzsche, or scrambling their time schemes,
or berating their heroes for their crypto-fascist politics, or their readers for
reading them. It was Moore's slightly self-negating triumph to have allowed it
to do so. But did the comic book have to "grow up"? The last time I looked, the
only ones reading Ulysses and quoting Nietzsche were teenagers. No adult has
time for aesthetic "difficulty" or "self-consciousness." Life is too short.
Frankly, we'd much rather be watching The Incredibles.

Eso de que la vida es muy corta me parece una verdad irrefutable: la vida es demasiado corta para irse a la tumba sin haber--al menos intentado-- leer el Ulysses. Demasiado corta para no reflexionar sobre ella; increíblemente corta como para llegar a viejo sin haber disfrutado de una pieza estéticamente "difícil".
¿Donde chingados estaremos en veinte años los adultos de hoy, sin tiempo para el Ulysses y pura disposición para tragar palomitas?
Siempre digo que no hay viejitos imbéciles, sino jovencitos pendejos (rascándole a los treinta) que creen que nunca van a envejecer.

Geeeeks




Prometo pegar más fotos de 'gadgets' para total geeks. (Mi nueva colaboración en Pop Mechanics está resultando harto divertida).

Hasta ahora he encontrado un Mind Molester, and I quote:

A devious hide-and-seek game

The Mind Molester is an instrument of creative electronic harassment. It is an electronic device that can drive your victims a little crazy trying to figure out what it is and where it's located. Your friends/enemies will become obsessed, awaiting the next chirp trying to determine its location, completely disrupting their normal activities.


Un anillo abre botellas:

Oktoberfest tested, drinker approved.

This is the real ring Gandalf was looking for. A simple band of stainless steel holds a secret – a secret which could topple regimes . . . of thirsty people. Slip the Ring Thing on your “social finger” (or #4, if you know our Binary Finger shirt) and you are ready to tackle any mob of the “unquenched.”

No more searching through your desk drawer for bottle openers.

Y, porque usté lo pidió: your own private R2
I know you’ve been waiting for this—don’t deny it. Finally, R2-D2 can be yours, in your own home, and for only $119.95. Fully functional, R2 can roam around and obeys over 40 voice commands (please refrain from asking him to project Obi-Wan please).

Me declaro fan de estas personas.

lunes, noviembre 28, 2005

¿Para ser cineasta hay que ser mamón?

Nomás pregunto. De veras que aquél adagio de "nomás se sube a un ladrillo y se marea" aplica perfecto para muchos artistas mexicanos, pero los cineastas hacen que la tierra retiemble en sus centros con esta máxima.
Si alguna vez se vuelve usté famoso querido tazista, no se manche con los medios, porfa. ¿Uno que tiene la culpa de sus malcogidas, a ver?

Listas

The bottle is empty
the sleigh has a flat
the stripper in my bed is ugly and fat
the tassels are tangled
and what's worse
my jingle won't jangle...


I feel like Saint Nicholas is pulling my leg
This thing we call Christmas is a sorry black plague
This holiday season, is all the more reason to die!

bellísimas líneas de "This holiday season (Christmas sucks)
", rolita presuntamente compuesta por Tom Waits y Peter Murphy.

La época navideña apesta sobre todo por las expectativas. Con quién te la vas a pasar, con quién te la has pasado, cómo y cuándo fue tu mejor Navidad.

Que si nos vemos, que si hay que tener el don de la ubicuidad para atender a tanto compromiso y un estómago fuerte para mantener la línea el mes de diciembre.

Y resulta que acabas haciendo lo que no se te antoja con quien no se te antoja o dormido o deprimido o jodido porque te compras eso de que hay que comprar.
Un desmadre, pues.

Lo único que me gusta de esta época son las listas, los recuentos. Visitar el álbum y ver quién o qué se fue, quién o qué se quedó.

Va mi primera lista:

Cinco listas que jamás publicaré en el Taza.
1. Cinco hombres con los que hice (o me hubiera gustado) hacer el amor en 2005.
2. Cinco hombres con los que nunca volvería a hacer el amor.
3. Cinco motivos por los que nunca hay que prestar tus originales.
4. Cinco verdades inconfesables sobre mis hábitos al tomar una ducha.
5. Cinco verdades inconfesables sobre mis tres mejores amigos.

Esas ganas de pegar lo roto, de restaurar lo viejo, de barnizar lo que se ha diluido en el tiempo.
Está visto que la raza humana no puede aceptar sus derrotas. (Y qué bueno).

sábado, noviembre 26, 2005

Desespero

Pero, ¿quién soy yo para decirles que no?

Otra vez me toca un Neanderthal que joroba con que quiere hacer "cuentos", "literatura", "cine", bueno, se conforman con hacer "cómitss" (ésto último les parece de lo más sencillo). Claro, para ellos es exactamente igual: a falta de vocación, cualquier hoyo es trinchera.

Tu me puedes ayudar ¿no?
¿Quéeee? ¿Y yo por qué?

Un pinche karma, eso es lo que es.

"Pequeñines" de 20, 25 años y hasta 30 pretenden que les enseñe a pensar. Hay padres que hasta ofrecen pagarme para que su chamaquito aprenda a usar la materia que le reposa en el cráneo.

¿Con qué genes, a ver?

Algunos papás viven a través del chamaco, es su última esperanza para ser famosos: "Si hombre", le dice la mamá a la que los entrevista del programa Viva la Marrana, "Toñito es muuuy trabajador, muy disciplinado (le llaman disciplina a pararse antes de las 9 am), él desde chiquillo se veía que iba a ser bien artista".

Puta madre, juro que las cárceles deben estar repletas de impacientes homicidas.

viernes, noviembre 25, 2005


Just watched American Splendor on HBO. I mean, I had seen it before and all, yet it stroke me in a very different way today.
I suppose it's a strange combination between this chilly weather (it's fucking freezing in "el cerro") and some recent events that left my heart all scraped.

I can't believe how much truth in all those scenes, specially the one where Harvey tells the story of the other two 'Harveys' on the phone book.
He feels deeply sad when they both die without ever knowing them, just because they had the same name and he felt, for some time of his life, that they were strangely connected. I wonder if that's not how we all relate to others, --in some way or another--.
"What's in a name?" "Who is Harvey Pekar?" Is it enough to have a retirement cake, is it enough to win prizes, to kiss your wife goodbye, to walk your child to the bus?
What's in a dream?
Why can't it be enough?

Sadness and boredom can be extremely beautiful.

jueves, noviembre 24, 2005

Las mil y una noches


Pierre Tristam, editorialista y columnista de Daytona Beach News-Journal:

"El 15 de diciembre, habremos estado en Irak exactamente mil días, coronando el Día de Navidad como más que Mil y Una Noches retóricas. ¡Qué regalo! La única cifra que importa de este lado del escenario, por supuesto, es que hasta entonces nos quedan sólo 39 días para hacer las compras."
El artículo completo se puede leer acá.

miércoles, noviembre 23, 2005

Mecánica

Ahora voy a colaborar para la revista Popular Mechanics.
En una hojeada a números anteriores pueden leerse artículos con cabezas como las siguientes:
"La vida empieza a los 40 (mil kilómetros)"
"Superhombre en 5 minutos"
"Alcohol para tu laptop"
"El hombre bujía"
"La verdad acerca del monóxido de carbono"
"Nada sutil"
Me divierte mucho escribir para esta revista.
Hay que ponerse en los zapatos del prototipo de hombre fuerte, el handyman que sueña con bujías y las llantas radiales.
De repente se pone difícil escribir. ¿Cómo saber qué quiere leer el "hombre de verdad"?
Trato de remediarlo golpéandome el pecho como gorila a ver si así me fluye un poco más la testosterona.
Hoy trataré de enfundarme en un traje de electricista y acercaré una caja de herramientas a la computadora.

lunes, noviembre 21, 2005



¿O no es guapísimo?

Bubbles

Toda la tarde lanzando burbujitas en la mitad de la cama. Me hacían 'pop' como queriendo besuquearme.
Si distribuimos bien el tiempo, los domingos pueden ser de postergar. Ignorar responsabilidades, enfundarse unas medias de red y soplar burbujas hacia ningún lado, que es --al final-- hacia donde van todas nuestros afanes.

***

Una mujer se enojó porque le dije que algún día hay que vestirse y verse como una verdadera puta. Salir a la calle todo un fetiche. Sólo así se puede saber de qué estás hecha.

***

No vas a la escuela para aprender sino para enterarte. (Aprender es un verbo de acción).
Lo malo es que la UNAM funciona precisamente al revés.


***

Ayer vi un programa en TV mexiquense llamado 'Monitos y moneros". Era como del 98 y todos estaban muy lindos con sus cabelleras completas y su actitud rozagante. En la mesa estaban Bachan, Bef, el Carcass y otro del que ya me habían platicado pero que no recuerdo el nombre. Bachan dijo su nombre de a devis y el Carcass se dio el lujo de explicar por qué había escogido ese apodo. Bef apretaba la sonrisa cuando alguien más hablaba, pero en general acaparó la entrevista. (Articulado que se sabe desde entonces).

Cecilia Pego --idéntica a sus monos, por cierto-- hablaba dando vueltas los ojos. Dijo que lo más difícil de hacer monos era "inventar" una buena historia.

Ahí está el problema, pensé yo. Las historias no se inventan, se recogen, se cosechan, se destilan, se hacen whisky en el molinillo del cerebro y se sirven con las manos medio ensangrentadas, si se quier añadir sabor.
(Intentar descubrir el hilo negro es un método infalible para llegar al lugar común).

Un Monsiváis flacucho opinaba sobre el cómic mexicano. "No se preocupan por hacer público, por eso no hay industria. Los comiqueros trabajan para su propio gremio".

(Uruboros, que les llamaba Borges).

Casi todos renegaban de la influencia de Rius, Gabriel Vargas et al:

"Es como hacer rock a estas alturas influenciado por Enrique Guzmán".


Boy, did I have a laugh.

domingo, noviembre 20, 2005

Mi reino, como el de Primo Levi

Supongo que a veces me domina el miedo. ¿Quién me entiende? ¿No que muy punk? Pues si, pero esos pelos parados llenos de gel y anilina roja pueden ser un síntoma clarísimo del terror.
Me gusta pensar, sin embargo, que tengo el mismo miedo Jean Genet, que no podía vivir en el mundo pero que hizo de este 'defectito' un vicio digno.

***

Hoy todo está medio desajustado. Mis ojos no ven bien, como que les falta sintonía con la verdad.

***

Ouch, que putazo, en la mera cara y por alguien que amaba. Me desperté con un moretonzote y sin hambre. Tuve que prender el boiler porque en mi casa hacía más frío que de costumbre. Más y más y más frío. Saqué a todos mis animales a la calle, desalojé a mi hermana, desperté a los peces dorados. Empecé una fogata para apagar ese alarmante frío. Luego me di cuenta de que el frío lo traigo puesto y ya nunca nunca se me va a quitar.

***
Cuando la música es insoportable, lo que hay que hacer es recurrir a la poesía. Buena o mala, pero siempre está allí para ti.
Por ejemplo, el señor Primo Levi, jefe de las hordas de la abyección:

El dromedario

¿Por qué tantas querellas,
peleas y guerras?
Sólo tienen que imitarme.
¿No hay agua? Me aguanto
la sed
Y sólo cuido de no gastar
el aliento.
¿No hay alimento? Lo tomo
de la joroba:
En tiempos propicios
Deberían fabricarse una.
Y si la joroba está sin fuerza,
Sólo tomo algunas zarzas
y paja;
La hierba verde es lasciva
y banal.
¿Es fea mi voz? Casi
siempre callo,
Y si bramo nadie me escucha.
¿Soy feo? Con que le guste
a mi hembra...
Las nuestras van a lo seguro
Y dan la mejor leche
que existe;
Sí, soy un servidor, pero
el desierto es mío:
No hay servidor que no
tenga su reino.
Mi reino es la desolación;
No tiene límites.

24 de noviembre de 1986
Tomado de Reforma que lo tomó del libro "A una hora incierta".

***

Deberíamos ser como periódicos: cambiar nuestro formato de vez en cuando.

martes, noviembre 15, 2005

Godot como la calma

Aquí una deliciosa reflexión de Beckett. (Aventuro la hipótesis de que el muy cabrón está hablando de nosotros).

Estragón.- Entretanto, hagamos lo posible por conversar sin exaltarnos, ya que somos incapaces de callar.
Vladimiro.- Es verdad somos inagotables.
Estragón.- Es para no pensar
Vladimiro.- Tenemos excusas.
Estragón.- Es para no escuchar.
Vladimiro.- Tenemos nuestras razones.
Estragón.-Todas las voces muertas.
Vladimiro.- Hacen un ruido de alas.
Estragón.- De hojas.
Vladimiro.- De arena.
Estragón.- De hojas.
Vladimiro.- Hablan todas al mismo tiempo.
Estragón.- Cada una habla para sí.
Vladimiro.- Más bien cuchichean.
Estragón.- Murmuran.
Vladimiro.- Susurran.
Estragón.- Murmuran.


Vladimiro.- ¿Qué dicen?
Estragón.- Hablan de su vida.
Vladimiro.- No les basta haber vivido.
Estragón.- Es necesario que hablen de ella.
Vladimiro.- No les basta estar muertas.
Estragón.- No es bastante.

Vladimiro.- Hacen un ruido como de plumas.
Estragón.- De hojas.
Vladimiro.- De cenizas.
Estragón.- De hojas.

lunes, noviembre 14, 2005

Mujers

Un cuate me espetaba hace unos meses: ¿a poco todavía sientes que hay desigualdades de entre hombres y mujeres? ¿Tú, la mujer que eres? (sic)

Me molesta jugarle a la feminista pero cuando alguien hace una pregunta directa hay que contestarle la verdad: por supuesto que hay desniveles ultra jodidos en esta burguesita sociedad sureña de la Ciudad de México y por supuesto que mucho de esos desniveles tienen que ver con el género.

Dirán que yo tengo la misma oportunidad de trabajar que ustedes, que tengo chance de hacer cine y escribir y publicar, que me puedo follar a quien me de la gana y ver las películas que me plazcan. Pero por favor no se la crean. Eso no es enteramente cierto.

Ahí hablamos el día que alguien llegue con un habano porque "hoy es día del hombre y quise tener un detalle contigo".

Ahí hablamos el día que una publicación tan "seria" como la revista Proceso se atreva a nombrar "aquelarre" o "argüende" a una reunión informal de hombres de poder.

Ahí hablamos el día en que los quieran abordar con propuestas sexuales francamente pachiches cuando van solos al cine.

Ahí hablamos cuando una mujer pelona panzona y entrada en los cuarenta les parezca sexy.

(Allá afuera, en los límites del occidente de la ciudad, del otro lado de Tlalpan, tendrán otros problemas. Después de todo, para muchos de esos "defeños" yo represento el futuro, tanto como un oficinista japonés lo representa para mí).

Todo viene a cuento porque ayer me topé con Jimena Padilla, a quien no tenía el gusto de conocer y me dejó pensando.

Además de punk y simpática, Jimena es una mujer bonita. No conozco lo suficiente su trabajo de monera, pero por lo que me dicen ¡oh revés del destino! también tiene talento.

Jimena contaba los dos años que tuvo que hacer fila en una revista de moneros anquilosados para publicar allí. "Como Tom Sawyer: pinta la barda hasta que hagas méritos y te dejemos entrar al club". ¿Tendría que ver con su condición de principiante o con su condición de mujer?

Ah pero qué tal, cuando te subas a mi coche esperando un poco de dignidad en el aventón, ahí si tengo derecho a meterte mano.

Y esto ¿tendría que ver con su condición de principiante o con su condición de mujer?

Aquí tenemos una de las pocas mujeres que se atreven a ser moneras, dijo el moderador de la mesa ayer en la Feria del Libro Infantil y Juvenil, cúentanos cómo ha sido para ti (mujer) estar en ésto (de hombres).

Es decir, buena o mala haciendo monos, Jimena es una suerte de highlight nomás porque tiene tetas y carece de pene.

Al otro miembro de la mesa le preguntaban cosas sobre la historia del cómic en México, los quehaceres de la vocación etecé etecé... Nunca le hablaron de "ser hombre" y monear. ¿Es difícil ser hombre y al mismo tiempo ser ________?

Después de su charla en la FILIJ, le pregunté a Jimena si no le molestaba que el moderador de la mesa hubiera puesto su trabajo bajo la exasperante lupa del género.
"Creo que no hay moneras porque no hay dinero en esto. Y las mujeres no son tan pendejas para estar trabajando sin que les paguen".

Somos distintos hombres y mujeres. Ni quien quiera ser iguales.

domingo, noviembre 13, 2005

Me marea el asunto

La verdad que no sé si contar la propia historia valga la pena.

No me refiero a escribir la autobiografía. El asunto es que yo daría el brazo izquierdo por salirme de mi piel e inventar cosas felices, astutas, pero resulta que aquel alien que inventé para los cuentos de ciencia ficción, ese perro protagonista de la obra de teatro, la alcohólica del monólogo, los gemelos del guión de radio, el vendedor de seguros del guión de cine, todos todos todos soy yo.

Entonces está feo porque de pronto, cuando la gente da opiniones de tu chamba también da opiniones de tu vida y ni modo, trágueselas, usté lo pidió, ora se lo acaba.

Está uno encuerado, enseñando el culo y los calzones riveteados y los olancitos y da coraje porque hay escritores que apenas se ponen una minifalda y ya están chillando.

Alguien debería contarme cómo se las arregla para hacer de todo esto un trabajo digno.

viernes, noviembre 11, 2005

Pa' su mecha

Qué oloricito tan cabrón el de la muerte. Ahí va la dueña de mi perro caminando por un paraje solitario sin fijarse en el camino porque viene leyendo a José Luis Zárate. Zárate viene platicando de Jack el destripador porque así es ese escritor, escoge los mejores temas. Y la que va caminando recibe oleadas dulzonas de animal muerto. Ni un alma. El sonido de la electricidad en los cables de alta tensión: peculiar música de la ciudad. Por ahí, sueltos los gritos de los niños o de los viejos, ya no sé. El perro levanta las orejas de vez en cuando. La grava suelta resbala. Leo:
"Un instante del cual nadie está a salvo. El encuentro con una muerte sin sentido ni piedad, una noche cualquiera que puede transformarse en la última. El encuentro incomprensiblemente íntimo con el asesino, es una pesadilla recurrente en nuestra sociedad. Después de todo, el gran atractivo de las ciudades son las posibilidades que encuerra. Siempre puede uno conocer a gente interesante."

Sirenas que se apagan. Dos patrullas y cuatro polis uniformados me ven con recelo. Están fuera de su elemento, en un gran parque sin casas alrededor, un paraje olvidado del sur sur de la Ciudad de México. Qué chistosos se ven los polis en el pasto. Bajan apurados, como si estuvieran buscando algo.
Mi perro se pone nervioso.
"¿Cuánto tiempo se tarda en morir? ¿Qué frases, qué oración puede susurrar el asesino en esos instantes?"
¿Y si el olor dulzón no proviene de un animal?

miércoles, noviembre 09, 2005

David Mamet



Le pusieron "Búsqueda Desesperada" aunque se llama Spartan. Es película de dramaturgo y se nota. ¿Es bueno o malo? Es.
Las películas de Mamet hay que verlas con ganas de entender al escritor. No hay "dulces" para el espectador, pura carnita. Ni un sólo paraje de solaz, nada de transiciones visuales: todos los elementos (objetos, diálogos, colores, lugares) al servicio del personaje. Uno complejo, eso sí.
Val Kilmer, un poco abotagado, es el perfecto "nadie" americano acostumbrado a seguir órdenes, el perfecto milico traicionado por su intelecto.
Cartesiano en el más amplio sentido de la palabra. "Nadie" se convierte en "alguien" cuando toma una decisión. Tomo partido, luego existo.
Lo bueno es que Mamet, a diferencia de muchos cineastas preciosistas, también toma partido. En los Estados Unidos se miente, se realizan transacciones con personas, el presidente es capaz de permitir que vendan a su hija como una putita de poca monta en Oriente. (Eso sí, Oriente sigue siendo un gran putero-lleno-de-fanáticos).
La esposa del presidente es alcohólica, el jefe de la CIA un gran actor frente a las cámaras de televisión. Los medios, las mosquitas que rondan el cadáver.
Creo que vale la pena verla, aunque adolezca de texturas y otros menesteres.
Una de mis películas más queridas"El Angel Azul", también adolece, pero ¿quién después de verla no ha pensado que el humo del cigarro es de ese color y se apellida Dietrich?

Total, nadie lo nota

Mi inconsciente grita por las noches lo que yo no puedo. Me da vergüenza, pero a ver, díganle que no sueñe.

lunes, noviembre 07, 2005

Bills hay muchos, Watterson nomás uno


Con motivo de la super edición de "Todo Calvin" de 10 kilos de peso, aparece en Slate un lindo reportaje electrónico --un género que ya debieran enseñar en todas las escuelas de periodismo, according to me-- sobre el papá de Calvin & Hobbes, el gran gran Bill Watterson.
Hay que picarle hasta abajo donde dice "click here to see a slide-show essay about C&H".

Atasquémonos todos.

El Censo

-¿Cuántos focos tiene su casa?

-Dieciocho mil doscientos cincuenta.

-¿Está bromeando?

-Anote: dieciocho mil doscientos cincuenta.

-¿Cuántos miembros de familia viven en esta casa?

-¿Contando al perro?

-No, sin contarlo.

-Entonces ninguno.

-¿Pero es que está deshabitada?

-No es para tanto, a veces vengo a visitarla.

-¿Se mantiene usted mismo?

-Y a usted qué le importa.

-Bueno, entonces contésteme algo más bonito, ¿qué ve a través de su ventana?

-Vivo en una habitación de cuatro paredes, sin orificios añadidos.

-¿Sabía usted que la gripe aviar puede acabar con la quinta parte de la población mundial?

-Sí sabía, y me da mucho gusto.

-¿No le da miedo que le toque a usted, a sus hijos, a su familia?

-No.

-¿No le da miedo?

-No.

-¿Por qué?

-Porque no pienso en eso. Además no tengo pollos.

-Pero…

-Ya sé lo que me va a decir, pero no abunde. Es completamente inútil.

-Está bien, cambiemos de tema… usted podría sugerir uno.

-Si acaso me gustaría hablar de cómo terminar una entrevista, como acabar con las encuestas.

-¿Y cómo lo haría usted?

-A sabiendas de que el entrevistador no desea terminar, debe poner un pie adelante del otro y ver cómo se le enrojece la cara de rabia.

-¿Eso es lo que pretende, hacerme enojar?

-En realidad no pretendo nada.

-¡Pero es muy claro! Pretende solazarse en su cinismo.

-Eso es una apreciación muy dura. A decir verdad es usted quien empieza a encabronarme.

-¿Cómo puede enojarse por algo que usted mismo comenzó?

-Para mí es suficiente, usted debe comprender, yo soy lo más importante en mi vida.

-No está funcionando, posiblemente deba acudir a otra casa sin tomar en cuenta la suya.

-Eso es, no me cuente, no deseo ser parte de su estadística.

-Que conste que usted no quiso. Así lo expresará ante los inspectores del Instituto.

-Señor encuestador, temo informarle que el instituto no existe. Tampoco los encuestadores existen.

-¿Podría abrirme la puerta? Necesito seguir trabajando.

-Como guste.

sábado, noviembre 05, 2005

Lo que nos detiene

Entre otras cosas:

-el timbre del teléfono
-compararnos
-alimentar esperanzas
-racionalizar la pérdida
-pensar que no hemos leído lo suficiente
-la llegada del camión de gas
-el gusto por las tetas de las hormigas
-la sinfonía de ropa que lavar
-una silla que se pega a nuestras nalgas (se pega con cola)
-saber que Juan te llamas
-la dispersión de las horas in such a fine morning
-el otro: perro, pez, gato, humano, todos interrumpen igual.

martes, noviembre 01, 2005

Los muertos y la memoria

Ayer fue un día feliz. En "El nacimiento del Placer", Clarice Lispector dice que "el placer no es como para andar jungando con él. Él es nosotros." Así que ayer era yo.
Ayer fueron cuarenta minutos de yo, puro yo, al lado de un señor que guarda un sorprendente parecido al Bilbo Baggins de Peter Jackson, aunque con una sonrisa menos macabra.
Cuando me besó en la mejilla para saludarme, unos de los bucles grises que le adornaban la cabeza se le rebeló y de cuando en cuando le picoteaba la cara. Durante la charla aguzaba sus ojitos argentinos para medirme, medir el tamaño de mis preguntas o, pensé después, para deshacerse de aquel rulo.

Temperamento de Miguelito tiene ese señor. Ganas de platicar de cosas que a nadie importan, como Miguelito el de Mafalda. Pero inteligente y calculador también, como Miguelito. "¿De qué estará hablando realmente esta güera?"

El señor que estaba con 'yo' (el placer vestido de morado) se llamaba --supongo que todavía se llama porque cambiarse el nombre de un día a otro es una práctica en desuso-- Ricardo.
También se llama Emilio. Y sus apellidos, ay sus apellidos.

Piglia Renzi.

Ricardo Emilio Piglia Renzi.

(¿ya se va notando que soy fan?)

La entrevista la conseguí así:

Molesté a una malencarada de relaciones públicas con nulo sentido de la cordialidad durante un mes, hasta que conseguí un espacio.
"Veinte minutos te puedo dar, no más. Sólo tengo 31 de octubre 2 pm, ¿te queda o no? Si no, tendrá que ser en otra visita"
¿Por qué no mejor me invitas a verlo a través de un cristal, mamona? Ok, ok. Veinte minutos, 2 pm, donde quieras.

Ahora sólo tenía que pensar bien mis preguntas y no regarla ante uno de mis escritores favoritos. ¿Favorito desde siempre? No. Favorito nuevo, pero favorito por devolverme algo que para mí había perdido la literatura. Favorito por darle un aroma de novedad a este siglo-nacido-viejo. Un autor que cayó en mis manos de manera insospechada y me ayudó a doblar algunas directrices. Me gusta, chingá. Qué más.

Dos semanas pensando. ¿Qué chinches le pregunto?

¿Qué le preguntarías a Kafka, a Philip K. Dick, a Carver, a Genet, a Beckett?

¿Qué podrían decirte más de lo que ya publicaron? Allí está todo. Lo demás es el hombre y ¿a quién le importa el hombre, más que a los lectores de revistas culturales apologéticas que se comportan como diarios del corazón sin el menor pudor? ¿A quién le interesa lo que come, lo que ama, lo que caga Piglia, más que a uno que otro maestro trasnochado que habla de la vida de un escritor como si aquello fuera discutir la escencia de su obra?

Bueno, ahí va una pregunta para el señor Ricardo:

I: ¿No le parece que últimamente conocemos más de la vida privada del artista que de su obra?
RP: (argentineando) Yyyyyy, ¡si por eso yo no salgo de mi casa!

Momento paradoja: sigo preguntando o me quito de enfrente para liberar al escritor del yugo de la entrevista...

El hombre que se llama Ricardo Piglia que se parece a Bilbo que tiene un rulo desencajado que va a hablar conmigo durante veinte minutos.
Algo quiso que yo lo entrevistara ése día, a ésa hora con ése magnífico sol de octubre. Era 'Samhein', All saints day, víspera de día de muertos. Un día antes había colocado, en compañía de Bef y mi hermana, mi primer altar. Una primera ofrenda a la memoria de mis muertos. ¿Será que empiezo a olvidarlos?
I: ¿La memoria Sr., es uno de sus grandes temas? Como aquella frase de su libro "Formas breves" en la que creo que también conceptualiza la posmodernidad y cito (¡ay dios, el pobre habrá puesto una cara!):
"La cultura de masas (o mejor sería decir la política de masas) ha sido vista con toda claridad por Borges como una máquina de producir recuerdos falsos y experiencias impersonales. Todos sienten lo mismo y lo que sienten y recuerdan no es lo que han vivido"...
¿La memoria Sr.?
RP: Yo tengo un diario. Son muchos cuadernos, a veces leo al azar, que sé yo, un año, y a veces encuentro cosas inesperadas que no recordaba y que eran muy importantes cuando yo las vivía por lo que se vé en el diario, pero yo no las recuerdo. Y cosas que para mí han dejado una marca importantísima no están en el diario. Así que cuando las viví no me di cuenta que eran importantes (suelta una carcajada).
Esta situación, qué es lo realmente uno vivió, sería la pregunta que me interesa a mí. ¿Qué es lo que realmente uno vivió de su propia vida...Pregunta kafkiana... (ríe).
También es hablar de lo que uno ya no es, de la muerte...
(Algo quiso que yo me retirara un poco de ese sitio, al menos en pensamiento y dedicara ese día a pensar en todas mis desmemorias. En mis muertecitas)
La charla duró casi cuarenta minutos. 'Ya voy a terminar, disculpe, es que tengo muchas cosas y no sé cuándo lo volveré a ver'. Piglia decía cosas lindas, como 'qué va, si nos la estamos pasando muy bien' y 'otra pregunta más', después de haber cantado 'ora sí, la última' desde hace más de cinco minutos.
Hablamos de cómics, de guionistas (me llevo el gusto a la tumba de compartir guionista favorito,
David W. Peoples), de revistas independientes, de Macedonio Fernández, de José Emilio Pacheco, del cuento como género ortodoxo, de cómo publicar una primera novela, de la figura de la mujer-copista/musa, de la figura de la mujer escritora, de las lecturas de este siglo.
Phillip K. Dick, la ciencia ficción, los dibujantes de tiras cómicas, las microdecisiones políticas de las que trata la novela negra.
Cosas que le interesan al joven este que ya no tan joven but who's counting nació en Androgué, Argentina en el año 40 del siglo pasado y que ayer habló conmigo con un rulo desencajado molestándole sobre la cara.
Me hubiera gustado despedirme, 'Adiós, pelos de lechuga, me hiciste el mes'. En cambio salí de allí con un 'hasta pronto' borracha de placer.