lunes, noviembre 07, 2005

El Censo

-¿Cuántos focos tiene su casa?

-Dieciocho mil doscientos cincuenta.

-¿Está bromeando?

-Anote: dieciocho mil doscientos cincuenta.

-¿Cuántos miembros de familia viven en esta casa?

-¿Contando al perro?

-No, sin contarlo.

-Entonces ninguno.

-¿Pero es que está deshabitada?

-No es para tanto, a veces vengo a visitarla.

-¿Se mantiene usted mismo?

-Y a usted qué le importa.

-Bueno, entonces contésteme algo más bonito, ¿qué ve a través de su ventana?

-Vivo en una habitación de cuatro paredes, sin orificios añadidos.

-¿Sabía usted que la gripe aviar puede acabar con la quinta parte de la población mundial?

-Sí sabía, y me da mucho gusto.

-¿No le da miedo que le toque a usted, a sus hijos, a su familia?

-No.

-¿No le da miedo?

-No.

-¿Por qué?

-Porque no pienso en eso. Además no tengo pollos.

-Pero…

-Ya sé lo que me va a decir, pero no abunde. Es completamente inútil.

-Está bien, cambiemos de tema… usted podría sugerir uno.

-Si acaso me gustaría hablar de cómo terminar una entrevista, como acabar con las encuestas.

-¿Y cómo lo haría usted?

-A sabiendas de que el entrevistador no desea terminar, debe poner un pie adelante del otro y ver cómo se le enrojece la cara de rabia.

-¿Eso es lo que pretende, hacerme enojar?

-En realidad no pretendo nada.

-¡Pero es muy claro! Pretende solazarse en su cinismo.

-Eso es una apreciación muy dura. A decir verdad es usted quien empieza a encabronarme.

-¿Cómo puede enojarse por algo que usted mismo comenzó?

-Para mí es suficiente, usted debe comprender, yo soy lo más importante en mi vida.

-No está funcionando, posiblemente deba acudir a otra casa sin tomar en cuenta la suya.

-Eso es, no me cuente, no deseo ser parte de su estadística.

-Que conste que usted no quiso. Así lo expresará ante los inspectores del Instituto.

-Señor encuestador, temo informarle que el instituto no existe. Tampoco los encuestadores existen.

-¿Podría abrirme la puerta? Necesito seguir trabajando.

-Como guste.

2 Comments:

At 6:37 a.m., Blogger Bef said...

Qué bonito. Groucho Marx se moriría de la envidia (o estaría orgulloso de tí, yo lo estoy).

 
At 10:45 a.m., Blogger ira said...

Yo también soy marxista. Gracias por la visita.

Quesos.
Ira.

 

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