jueves, enero 11, 2007

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Reproduzco íntegro el texto de un amigo.

Toma unos 15 minutos de atención apasionada leerlo completo y otros 15 pensar en lo que nos hace libres. Menos de lo que uno pierde en la cola de las tortillas.

Hay que tomárselos, digo yo.


Derechos de Autor

Salvador Rivera


La forma primera, el origen de la acumulación capitalista descansa en el robo. Bien documentadas están las practicas de "cercamiento" que, durante los siglos XVI y XVII, se desarrollaron en Escocia, Irlanda y Gales contra la propiedad común. La propiedad común había sido una vieja institución de origen germánico que subsistió en Inglaterra bajo el manto del feudalismo en su modalidad de la yeomanry. Hacia el siglo XVIII, sin embargo, el proceso expropiatorio de las tierras comunes, que hasta entonces se había limitado a sucesos individuales, alcanza su nivel más depurado, es decir: la ley misma se convierte ahora en vehículo del robo contra las tierras del pueblo. Al respecto C. Marx señala: " La forma parlamentaria que asume la depredación es la de los "Bills for Inclosure of Commons" (ley para el cercamiento de la tierra comunal), en otras palabras, decretos mediante los cuales los terratenientes se dotan así mismos, como propiedad privada, las tierras del pueblo…" (1) O más concretamente: un decreto con el que se convierte la propiedad común en propiedad privada, ahora, para el usufructo exclusivo de los terratenientes.

Sirva esto como un antecedente. Ahora bien: resulta que hace unos días de paso-paseo por las amplia avenidas de la web me encuentro, sin habérmelo propuesto, con un extraordinario articulo de Naxto Rodríguez bajo el titulo " Reactivación del Procomún" (2), en donde el autor establece vínculos de parentesco entre los "cercamientos" antes descritos y las nuevas leyes de "Propiedad Intelectual" . La similitud de tal razonamiento con la línea argumental que yo mismo sostengo llegan a ser tan próximas que he preferido reproducir partes del texto:

"El segundo movimiento de cercamiento y la construcción del Dominio público introduce la idea de "Nuevo cercamiento" en relación a las nuevas leyes de propiedad intelectual y de patentes y la desaparición progresiva en los límites de los privilegios que éstas ofrecen. Si los primeros cercamientos mutilaron los commons rurales, un segundo movimiento de cercamiento asedia nuestro procomún intelectual. Las posibilidades de emancipación y autoproducció n, de juego y libertad, están de este modo amenazadas por el imperativo, cada vez más arbitrario, de la formación de capital a partir de la producción de conocimiento – las enclosures- de las áreas comunes de conocimiento se torna tan prioritario como el cercamiento de la tierras comunales en el primer capitalismo industrial."

Y con el propósito de ilustrar las nuevas políticas de cercamiento intelectual el autor recurre a las declaraciones de -nada más-nada menos- Don Pedro Ferré, Presidente, a la sazón, de la Sociedad General de Autores y Editores de España –algo así como "El Chavo"…de Castilla:

"La piratería en materia de propiedad intelectual, y muy particularmente en el ámbito audiovisual y musical, constituye un ataque directo al patrimonio cultural común, pues cierra la puerta a nuevos creadores y artistas y daña directamente a los actuales. Este fenómeno causa un grave daño patrimonial a todos los niveles de la producción y difusión cultural, tanto a la gran empresa como al más modesto compositor o intérprete, y supone, además, un grave perjuicio para la hacienda pública al tiempo que pone en peligro una gran cantidad de puestos de trabajo en la industria cultural" (En días pasados el Presidente de la Sogem formuló, frente a las cámaras de Televisa y TV azteca, tesis de idéntico contenido).

Así, desde la perspectiva Naxto Rodríguez, Pedro Ferré –tanto como Victor Hugo Rascón (esto último es de mi cosecha)- recurre a la criminalizació n de los usuarios por medio de la identificació n automática entre cualquier tipo de intercambio de archivos y la piratería, confundiendo usos legales con actividades delictivas, cuando en realidad no se trata de un proteccionismo que tiene como fin proteger a los artistas. "Es, por el contrario, un proteccionismo que tiene como propósito proteger ciertas formas de negocio. Corporaciones amenazadas por el potencial de Internet para cambiar la forma en la que se produce y comparte la cultura, tanto comercial como no comercial, se han unido para inducir a los legisladores a que usen leyes para protegerlos" .

Y ya para finalizar, sólo quisiera tomar una pequeña parte de la entrevista que el día de hoy –9 de enero- aparece en la revisa "Sin Permiso" (3) . En Dicho trabajo se recogen los puntos de vista del Sociólogo holandés Joost Miers (4) sobre los así llamados "Derechos de Propiedad intelectual" :

Pregunta - ¿Cuál es el problema mayor para las culturas locales en medio de la globalización?

Joost Miers - Toda la cuestión gira en torno al tema de la democracia. Es sobre la democracia que estamos hablando. Y el problema de esta democracia es que pocas industrias controlan la vida artística del mundo. La situación es grave porque no estamos hablando apenas de lo que las personas pueden ver o escuchar. Estamos hablando sobre la libertad y el derecho de todos a producir y tener acceso a las artes. En la dirección que las industrias del cine, de la música, entre otros, caminan, esta situación solo se profundizará más. El problema es que las culturas locales, tradiciones y expresiones, queden comprimidas, sin ningún espacio para la difusión. Por lo tanto, el gran problema y la falta de libertad democrática, es eso que ocurre solamente a causa de la concentración de los poderes de la comunicación. Es el monopolio de los medios de comunicación que lo provoca, esos conglomerados que dominan cada vez más la producción de todo el mundo. Pocas y grandes empresas, que van fusionándose, con un único interés: el lucro.

Pregunta – En su obra, usted propone el fin del copyright como una de las alternativas para resolver esta cuestión ¿Por qué?

JS – La más valiosa mercancía del siglo XXI es la información y, en estos términos, colocamos toda la producción mediática y artística, o sea toda la producción cultural. Mucha gente todavía cree que el copyright, o derecho de autor, es la más importante fuente de renta de un artista. Sin embargo, quien gana ciertamente con esto es la industria. Quien pierde es el dominio público, quedando como rehén de la creciente privatización de los bienes creativos e intelectuales comunes. De seguir en ese ritmo, continuaremos impidiendo el desenvolvimiento social y cultural de las sociedades. Los conglomerados están amarrando el mundo con sus ondas y cabos. Por eso la creciente fusión entre las empresas. Ellas no quieren solamente las antenas y cabos. El gran negocio de la cultura está en el contenido. Y la mejor manera de adquirir derechos es a través de las fusiones. No se trata solo de garantiza una franja mejor del mercado. En las fusiones, la principal mercadería son los derechos autorales, la inversión en capital intelectual. Y ese círculo se cierra cada vez más. El Tratado de Propiedad Intelectual de la (Organización Mundial de Comercio (OMC) – las conocidas TRIPs – permite esa apropiación del terreno intelectual sin fronteras ni regulaciones. La concentración de difusión de pocas expresiones lleva al desprecio de la diversidad cultural. El estrellato es monopólico.

Pregunta - ¿Usted piensa que el copyright pude tener un próximo fin?

JM – Tenemos muchas razones para pensar en eso. Y la piratería aparenta ser uno de los principales motivos. Hay dos tipos de piratería: una es a escala industrial y otra es la que democratiza para el uso doméstico. La primera no es ninguna novedad porque principalmente resulta del hecho que la población de los países en desarrollo no puede tener acceso a los caros productos culturales, por lo que recurren a ese mercado paralelo que ya mueve unos 200 mil millones de dólares por año. Aunque, al mismo tiempo, ese tipo de piratería llega a beneficiar la lógica de la cultura como mercancía. El otro tipo de piratería prueba que la información, que puede ser reproducida al infinito, no puede estar restringida a mera mercancía. Las nuevas tecnologías proporcionan esa transformació n, no hay como resistir, El proceso es lento, pero cada vez más las personas consiguen adquirir cultura o producir con tecnologías más accesibles.

Pregunta – Y el Creative Commons ¿usted considera la adopción de ese tipo de licencias como una alternativa al copyright?

JM – El Creative Commons* es una propuesta muy interesante, aunque el dominio público y el copyleft todavía es la única salida. Veo que esa licencia compartimentada ayuda a definir conceptos de forma más clara. Una cuestión central que provoca el copyright es el fin del proceso básico de la creación artística. El hacer artístico está complemente basado en la lógica del plagio. Nadie crea algo a partir de nada. Todo es un proceso de evolución y perfeccionamiento y recreación. El copyright inhibe esa lógica. El Creative Commons ya prevé mejor eso. Sin embargo, solamente el dominio público nos libera de esa lógica de dominio de la producción cultural por parte de las industrias."

Y ya me voy… No sin antes tratar de redondear lo hasta aquí dicho: el asunto sobre "derecho de autor" entraña una lección metodológica, a saber: no construimos ideas complejas a partir de ideas simples, sino que, en sentido inverso, es la intuición de la forma compleja la que nos puede ofrecer la clave para aprehender la naturaleza de lo más simple. Ciertamente este método en se emparenta con el razonamiento cartesiano de abogadetes y tenterillos a sueldo.

Referencias Bibliográficas:
1.- C. Marx, EL Capital, Tomo I, Vol., 3, p. 906, Ed. Siglo XXI, México, 1979.
2.- Naxto Rodríguez, "Reactivación del Procomún", http://www.cibersoc iedad.net/ congres2006/ gts/comunicacio. php?id=628&llengua=es
3.- Revista Sin Permiso, http://www.sinpermi so.info/textos/ index.php? id=949
4.- Joost Miers es Director del Centro de Investigaciones de la Universidad de las Artes de Utrecht, en Holanda es una de las principales referencias de los movimientos crecientes en el mundo que luchan por la democratizació n de la comunicación y la cultura

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