No vuelvo a cenar lentejas.
Ayer soñé con los Flaming Lips.
No me estoy adornando. En serio. Soñé que un Wayne Coyne barbudito y pasado de kilos tocaba el banjo y cantaba en el andén del metro Mixcoac. Así de específico.
No me estoy adornando. En serio. Soñé que un Wayne Coyne barbudito y pasado de kilos tocaba el banjo y cantaba en el andén del metro Mixcoac. Así de específico.
Platicábamos, Wayne era todo sonrisa. Sabía que nadie en ese lugar adivinaba su fama mas que yo.
Aún dormida, el hiperconciente (o una persona yóica que no conozco, pues) entró en acción: "Qué buen sueño", pensé, "debo recordar hasta el último detalle".
Aún dormida, el hiperconciente (o una persona yóica que no conozco, pues) entró en acción: "Qué buen sueño", pensé, "debo recordar hasta el último detalle".
Verán, el hallazgo era nuevecito, así que empecé a rasgar la tela del sueño. A mi paso (o a mi dormir o a mi roncar, como se diga) inventaba nuevos detalles.
"Estoy en el metro Mixcoac con los Flaming Lips, hablando en inglés, esperando a un ex novio que se va a morir de envidia cuando me vea hablando con el Wayne".
Porqué metí justo a ese ex, dios sabe. Pero cuando por fin llegaba el susodicho, resultó que jamás había oído hablar de los Lips. Que poca, no le daba nada de envida.
"¡Caray. Si tú me los enseñaste, acuérdate!" "Nel, a mí nomás me gusta Primal Scream".
No sé cómo acabó todo, lo último que recuerdo es que mi ello mamón, hiperconciente, se vanagloriaba de no incluir en ese sueño a bandas sin importancia. Pensaba "carajo, que bien que no estoy soñando con Panda".
Cuando desperté, me angustió la idea de que recordar es mentir. La memoria es un tren de inventos que va muy rápido y nos marea con su perfume del pasado.
No sé cómo acabó todo, lo último que recuerdo es que mi ello mamón, hiperconciente, se vanagloriaba de no incluir en ese sueño a bandas sin importancia. Pensaba "carajo, que bien que no estoy soñando con Panda".
Cuando desperté, me angustió la idea de que recordar es mentir. La memoria es un tren de inventos que va muy rápido y nos marea con su perfume del pasado.
4 Comments:
..hay un sueño que no he podido olvidar:
Por alguna razón me encontraba cuidando una puerta (horas después pensé que era una variación de la Puerta de la ley del cuento de Kafka) entonces apareció el mismisimo Pinhead (la encarnación torcida de la sabiduría) Yo no pude, (en serio, no pude decirle Ud no puede pasar) Sin más me hice a un lado: el maestro sólo me dirigió una mirada de desprecio que nunca le he visto en alguna secuela de Hellraiser...
yo no sé por qué, pero desde hace como dos o tres años sueño mínimo unas cuatro veces a la semana con el metro. alguna idea de qué signifique?
(aunque claro está, envidia de la buena que en mis sueños del metro toque wayne coyne).
ja! que chingón, yo hace tiempo anduve en un sueño dos tres parecido.. imagínate con The Ramones y que mi ex (megafan de ellos) les iba a hacer una entrevista en casa de mi abuelita afuera en la calle sentados en un sillón rojo de terciopelo. Ja! super chic.
Saludos pues de la Sra.Maru
Dios, creo que destapé una cloaca divertidísima!
Soy fan de sus obsesiones.
Cuéntenme más!
Evelio.- Man, you're scary! Traer al Pinhead en la cabeza es de esas para no dormir tranquilo nunca más. Unbeatable.
Ernesto S. .- Casi no puedo creer que sueñes con el metro con tanta frecuencia. A mí me eludía esa locación hasta antier. Ahora bien, haciéndola de Lacancita, me late que sin darte cuenta utilizas la hora del transporte para la introspección. Luego tu cuerpo nomás regresa allí cuando lo necesita. Wild guess.
Sra. Maru.- Ya vi sus fotos, caray, qué envidia, yo suelo ser una fotógrafa pinchísima.
Los Ramones y tu abuelita. My kind of girl!
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