miércoles, marzo 08, 2006
para los que se rebanan las orejas
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11 Comments:
Ira, no te conozco, creo, pero llegué a tu blog por el de algún amigo común (BEF, Noé, Memo Vega?, no sé) generalmente leo lo que escribes y nunca hago un comentario (supongo que no conocerte personalmente me sugiere una suerte de pequeño ultraje, en fin) pero he leído con atención tu nota sobre Capote, iba a postearte que justo el Vega en su blog escribió algo magnífico sobre la película y me encontré con el comentario anónimo. Sólo quiero que sepas que los blogs de mujeres (ignoro la razón, aunque puedo intiur algunas) sufren con bastante frecuencia este tipo de agresiones. Buena idea eso de moderar los comentarios, pero también piensa en que al final, alguien (hombre o mujer) que se toma la molestia de escribirte algo tan jodido, de algún modo está haciéndote un homenaje, con todo y anonimato reconoce que es pequeño e imbécil y que ante tí, se siente amenazado.
En fin, no se me ocurre qué más decirte, sino que cuentas con mi solidaridad, mi apoyo, mi admiración y que estoy profundamente indignada por lo que tuviste que leer.
Buena respuesta.
Saludos fraternos,
Michelle S.
Michelle, ahora que lo dices, yo también había notado ese asunto en blogs de mujeres.
(La parte interesante es que cada vez noto menos agresiones ENTRE mujeres. Cuando iba a la universidad sentía que las mujeres estábamos tan desesperadas por encontrar un lugar intermedio entre el feminismo a ultranza y la domesticación histórica que nos dedicábamos a echarnos tierra unas a otras).
Agradezco muchísimo tu comentario, tu lectura y tus eventuales críticas. Espero seguir aportando algo en mis posts pa' no aburrir.
Eres bienvenida.
Es una pena pero esto de la moderación de comentarios se ha vuelto casi imprescindible. para mí no, por fortuna, pues no despierto aún tamañas pasiones, sedes y deseos de venganza.
Y sí, no dediquémosle al (a) cretino (a) de marras más atención, pues eso parece buscar, pero sobre todo necesitar.
Salut.
Ira, te mando un beso y total apoyo en contra de este hijo de puta (o hija, ni se me había ocurrido la opción) al que se le ocurre dejar comentarios que no tienen ni siquiera la delicadeza de estar bien escritos. Yo sé que tú estás muy por encima de estas "agresiones" que suenan más bien a berrinche de escuincle/a de secundaria al que le molestó que el maestro te haga más caso a ti que a él/ella.
Saludos y como decía mi abuelo: "Hacer caso de locos(as) es engrandecer pendejos(as)". [¡Futa! ¡Qué chinga con esto de dar cabida a la disyuntiva genérica! Hasta parece discurso del FilosoFox).
querida Ira...
ayer con mucha prisa leí tu comentario en mi blog sobre Capote. Me alegro saber que te gusto demasiado (me alegra saber que te asumas como cursi) pensé dejarte un comentario, pero las prisas me lo impidieron. Apenas veo tu blog otra vez y veo con tristeza que un anónimo se ha atrevido a profanar tu espacio con insultos llenos de rencor. Es una vergüenza que existan cobardes que se escondan en palabrejas que escupen por rencor/envidia/impotencia.
Un beso con todo mi respeto y aprecio.
Pues yo apenas me vengo enterando del ultraje.
Ira:
Sé que está de más porque a usted estas cosas le resbalan, pero esos son los riesgos del talento: precisamente lo que le pasó a Capote: la envidia.
Besos y abrazos.
Guillermo.
¿Y cómo que no se conocen Michelle y tú, si estuvieron en la misma fiesta en casa de la Brozon? ¿O fue otra? ¿O yo ya estaba muy borracho y me las imaginé?
Ni modo, uno tiene que llegar a moderar comentarios en los blogs cuando todavia nos encontramos comentarios de gente que no tiene los pantalones para firmar con su nombre, será que hasta eso le da vergüenza?.
Chido, Ira, ¡buena respuesta!, seguramente le sigues robando el sueño a ese hombre, mujer, kimera o chingadera que escribió esas líneas de medio centavo.
Suerte y andamos en contacto.
Linda, siento no haberte visitado antes y siento más que al entrar me encuentre con un comentario anónimo tan bajo y ardilla. Ira, tu sabes y esto ha sido muestra de que habemos personas que te estimamos y te admiramos y aunque no necesites quien te defienda aveces es necesario recordarles algunas cosas e ese sub-género de humanos.
Y como dicen que el criminal siempre regresa a la escena del crimen, sólo permíteme dedicarle una palabras al (la) pobre diablo que escribió eso.
Anónimo (a),
Realmente sentimos que nadie te quiera y que le tengas tanta envidia a la gente talentosa e inteligente. Pero, tú no te preocupes, si has decidido ser anónimo por algo será, solo recuerda que siempre permanecerás así: anónimo.
Precisamente ayer que no pase por aqui, suceden un moton de cosas. Ya voy a decir como mi abuelita:
¡En este pueblo no pasa nada! (ja, esta que me voy)
mi querida y respetada Ira, a la altura como siempre.
Y eso, al final Anonimete quedaráse con el berrinche de que su comentario envidiosito no hizo más que exaltar las manifestaciones de cariño y respeto por parte tus amigos y lectores.
Lo mejor fue la respuesta, Wow. Soy tu fan.
Te mando abrazo fuerte.
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