Apreté el botón rojo del teléfono para desconectar la llamada.
Extraño los modelos de auriculares que podías enconar en una base telefónica, extraño esos objetos que se rayaban de tanto discar. Lo sucio de sus agujeritos, lo difícil que era mantener la higiene. El compromiso de colgarlo bien. Habría que reflexionar más sobre el cambio de forma en los objetos cotidianos. Si nuestras herramientas se metamorfosean para convertirse en dragones o peces, si lo que antes era un sitio de confort ahora aparece como un monstruo, ¿no seremos nosotros mismos una cola vestigial de nuestro propio narciso?
1 Comments:
Hola, Ira. ¿Tendrás alguna dirección de email donde sea más cómodo localizarte? Te dejo la mía: gune22@yahoo.com
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