lunes, diciembre 13, 2004

Sebácea guadalupana

Los perros son los que más sufren en diciembre. Luces artificiales tronadoras, ambulancias, tráfico y olvido. Las familias se concentran en este frenesí mafaldesco: estamos tomando vacaciones para descansar de los preparativos de nuestras últimas vacaciones. El perro no entiende por qué lo dejan solo, por qué los horarios de comida se tornan inestables. El perro quiere poner el arbolito, quiere participar, ayudar en la cocina, ir de compras a Liverpool por la noche. Los dueños consideran que su cola peluda estorba y tira vajillas, por eso no lo llevan. Los dueños tienen una igualita, pero la esconden.

***

No puedo esperar para ver The Incredibles. Todo este año gocé de una tarjetita (chayo) con la que un acompañante y yo entrábamos al Cinépolis de nuestra preferencia. Ví todos los churros que nunca podría pagar. Me sentí mal por los alemanes, que, ahora me entero, tienen que vestir de gala y juntar ahorros para ir al cine. Este diciembre se acaba el regalito.
La última película que quiero ver antes de que acabe este ciclo errático se llama Les Incredibles.
Si quieren venir conmigo están invitados.

***

Ayer me pelée con uno de mis mejores amigos. Ya se me había olvidado lo que es regresar a tu casa con un leve sollozo y el corazón medio roto. Esta vez no estaba el sentimiento de pertenecia, ni el sexo, ni otra mujer, ni otro hombre, ni el dinero, ni el alcohol. Pelearse con un amigo es rarísimo.

***

Tengo una tesis, una obra de teatro, un cortometraje , una protonovela, una depresión crónica y unos cincuenta libros que acechan mis sábanas cada noche... por eso he visitado al Taza menos seguido, pero cada vez me siento más dueña de este espacio, me ocupo menos de lo que pudieran pensar los demás y me dejo caer en él.

***

Fuentes les pasó la estafeta. Yo me habría achicado o agrandado, según el caso, como para decir, no thank you. Pero la Relación Pública es la Relación Pública.

***
"Quédate ahí, detrás de tu biombo; ya no te acosaré más; eres tan inofensivo y silencioso como cualquiera de estas viejas sillas; en pocas palabras nunca he sentido mayor intimidad que cuando sé que estás aquí"
Bartleby, Herman Melville.

3 Comments:

At 12:34 a.m., Blogger G. said...

¡Hola, Ira! Leí tu comentario hace poco en mi blog. He estado un poco alejado de las compus, me la he pasado borracho por lo del libro, por el fin de año y por mi permanente partida a España. La presentación fue muy conmovedora, grata. El aplauso del final no sé cómo describirlo, me llenó de una manera tan cabrona que me dieron ganas de reír y llorar al mismo tiempo. En fin, Ernesto te podrá contar en persona cómo fue todo.

Por ahora me despido, es muy de noche y sigo emocionado por el intercambio, por el libro y porque me traen de un ala (o de las dos como para no dormir por estar haciéndole versitos).

Un abrazototote peludo y conejiemplumado.

 
At 12:34 a.m., Blogger G. said...

¡Hola, Ira! Leí tu comentario hace poco en mi blog. He estado un poco alejado de las compus, me la he pasado borracho por lo del libro, por el fin de año y por mi permanente partida a España. La presentación fue muy conmovedora, grata. El aplauso del final no sé cómo describirlo, me llenó de una manera tan cabrona que me dieron ganas de reír y llorar al mismo tiempo. En fin, Ernesto te podrá contar en persona cómo fue todo.

Por ahora me despido, es muy de noche y sigo emocionado por el intercambio, por el libro y porque me traen de un ala (o de las dos como para no dormir por estar haciéndole versitos).

Un abrazototote peludo y conejiemplumado.

 
At 5:04 a.m., Blogger G. said...

Hola, Ira. Espero esté a tiempo para escribirte esto. Suelo visitar casi diario a todos los links de mi blog, pero no he visto que nos regales algo nuevo. Esto comienza a preocuparme, siento que lo estás dejando, abandonando. Ojalá me equivoque y te hayas enamorado o estés filmando tu cortometraje o qué sé yo. Pero regresa, te apuesto a que no soy el único que te lee. Por favor sigue con este espacio.

Esto no te lo pide Capi Conejo ni todas las personas que puedo llegar a ser, te lo pide Guillermo, un güey que ni conoces, y que a pesar de esto te lee.

¡Feliz Navidad!
¡Y de una vez: Feliz Año Nuevo!

 

Publicar un comentario

<< Home