lunes, enero 03, 2005

En esta esquina

Una tragedia llena de agua y muertos.
En esta otra unas vacaciones formidables en las que me formulé dos preguntas.
De referee Susan Sontag y su "Yo, etcétera", que compré en una feria del libro del Palacio de Minería.
Los que jugaron Street Fighter pueden añadir efectos de sonido al post. "Fight"...

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Esta vez fuimos turistas prensados de una palmera deseando haberle hecho caso a nuestro instructor de pesas. Flotaban a mansalva niños y autos. Fuimos peces en retroevolución sin un par de branquias, que poca madre.

En momentos más felices nos toca sentarnos a ver Huicholes con sombreritos de plumas y pantalones bordados. Nos toca caminar con un amigo mientras llora un burro. Nos toca cantar la carretera, beber ojos, fuego y memoria, ensanchar el viento páramo con los sentidos, pedro desierto, pedro tierra, pedro caballo, páramo sólido, vasto, eterno.

El burro lloraba porque una hermosa mujer de pelo blanco tendría que soltar la pluma o el teclado y atender otros llamados. La estaba llamando. Susan Susan Susan.
Mi amigo y yo nos reímos del animalillo. Burrito lector, que entendiste lo que etcétera enumera, déjala acompañar sus palabras que mueren cuando alguien las pronuncia, deja que su cuerpo se pudra para que se diluya el miedo y empecemos por fin a entenderla.

¿La diferencia entre ser y no ser es la voluntad o la oportunidad?
La permanencia del cambio, ¿es paradoja o broma macabra?

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Extrañar es una forma de no estar.

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Cuando llevas a un viaje muchos CDs acabas poniendo la mitad y los repites. Ideáticos, obsesos tramos de carretera.

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Chuck Palahniuk (autor de El Club de la Pelea y Asfixia) acaba de sacar Nana, una historia de asesinos seriales contada desde los ojos de un periodista. Palahniuk reflexiona desde su característico estilo retruécano/cínico/redentor sobre el placer de matar.
"No es necesario mancharse las manos de sangre, basta con desearlo".

Me confieso una gran deseadora.

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Feliz 2005. Mi 2005.

1 Comments:

At 2:11 a.m., Blogger el andrei said...

Es necesario rebanarse las orejas de vez en cuando.
Ya no te desaparezcas que, enigmáticamente, hay gente que está pendiente de tus ocurrencias -por decirles de algún modo-.
¡Feliz 2005!

 

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