viernes, julio 23, 2004

La duda ataca

Ya decía yo que no era tan fácil. Los gustos lo traicionan a uno. Me explico: Me gusta el guión del cortometraje que estoy a punto de dirigir, me gusta tal como está y luego escucho la opinión de alguien en quien confío y me gusta pero ya no igual.
Luego, me gusta un hombre pero me hablan bien de él y ya no me gusta igual.
La luz de la opinión ajena alumbra el otro lado de la luna y uno, de pronto, ya no encuentra su conejo.