martes, agosto 08, 2006

Cómic erótico

Estoy un poco agotada de discutir el día a día politiquero de esta ciudad. También ando llena de trabajo, por lo que mejor les comparto un fragmento de texto que estoy trabajando para la revista Quo.

Después de varios años de solicitar los primeros temas que se les venían a la cabeza, en esta revista (en gran parte gracias a la nueva editora Mónica Flores) se les ocurrió un tema extraordinario --cómic erótico-- para incluir en su edición semestral de "sexo".

Aquí uno de los autores que escogieron para que la sua sevilleta reseñara:



ERIC STANTON, El FETICHE

El grueso del trabajo de este neoyorkino de origen ruso tiene que ver con el castigo placentero y la parafernalia masoquista. El ángel de lo bizarro, como era llamado por sus fieles fanáticos, empezó dibujando pin-up girls para la empresa publicitaria de Irving Klaw en 1947, luego de fracasar en pseudo empleos como enterrador en un cementerio y tirador de cuchillos en una feria.

Al salir del estudio de Klaw, Stanton decidió hacer del freelance un modo de vida. Durante cuatro décadas sobrevivió mediante la distribución de sus cómics a una red underground de suscriptores a quienes enviaba ejemplares de sus “Stanton Archives” por una corta suma de dinero.

Poco a poco, su trabajo empezó a captar las sugerencias de sus fans y terminó enviando cómics eróticos por pedido: sus aficionados querían aparecer como personajes en sus cómics y estaban dispuestos a pagar por ello.

Una de sus obras cumbre fue la reinterpretación erótica de la Mujer Maravilla, a la que llamó Blunder Broad. Así se mantuvo alejado del éxito durante décadas el ángel de lo bizarro, hasta su muerte en 1999.

Por su ensayo sobre lo sórdido sin tapujos, Stanton ha sido comparado con Toulouse Lautrec, quien retrataba la prostitución sin juzgarla o reinterpretarla bajo una tela moral.