miércoles, junio 22, 2005

Es carísimo

Hace un año que quiero comprar un libro de Paul Ricoeur. Sé de oídas que era un tipazo, que murió hace poco y que leerlo (y entenderlo) es todo un logro. En la Fac. de Filosofía, lo menos lo menos me lo dan en 300.
Parece que Néstor García Canclini se enteró de que le traigo ganas y publicó esto en El Ángel, (mismo que leo en su formato electrónico gracias a una cuenta prestada, por la que no pago un centavo, sí señor):

Paul Ricoeur: Representa al pensador postotalitario


"Seguirán vivas mucho tiempo las páginas en que supo valorar conjuntamente las críticas de los "maestros de la sospecha", Marx, Nietzsche y Freud, para demostrar que el sujeto y la conciencia no existen a priori; son tareas, trabajos, procesos de construcción practicados en condiciones sociales estructuradas.

Heredero de la tradición husserliana, habiendo profundizado esa reflexión fenomenológica sobre el lenguaje como hecho expresivo, aceptó el desafío de trasladar la significación a un área en la que no se permite explicarla con la intencionalidad de un sujeto a priori, donde el lenguaje es visto como una entidad autónoma de dependencias internas.

En una audaz combinación de la lingüística chomskiana y de la filosofía anglosajona del lenguaje, Ricoeur revalidó el aspecto creador de los sujetos hablantes.Al entender el lenguaje como producción más que como producto, operación estructurante en vez de inventario estructurado, sobre todo en el nivel semántico, demostró que el habla funciona como intercambiador entre el sistema y el acto, la estructura y el acontecimiento.

La frase, por ejemplo, es un acontecimiento, con una actualidad transitoria, evanescente, pero el habla sobrevive a la frase: como entidad desplazable, se mantiene disponible para nuevos usos y, al retornar al sistema, le da una historia. Un fenómeno semejante ocurre con la polisemia, incomprensible si no introducimos esta dialéctica del signo y de su uso, si no tomamos en cuenta la historia del uso, el carácter acumulativo que adquiere la palabra al enriquecerse con nuevas dimensiones de sentido; este proceso acumulativo, metafórico, se proyecta sobre el sistema transformándolo."

Néstor García Canclini /Suplemento El Ángel, Periódico Reforma, 19 junio 2005.