viernes, junio 16, 2006

Alberto, Noé y todos los demás

Para los que no leen los comentarios, al final de este post se encuentran las respuestas al texto "La Zoociedad de escritores" que fueron tan gentiles de regalar Noé Morales, dramaturgo; y Alberto Chimal, escritor. Estos dos hombres son mucho más listos que yo (nada de falsas modestias a la inversa) y se puede apreciar sin problema a partir de sus reflexiones sobre un tema que, acepto, toqué a la ligera.

Sé reconocer cuando no hice bien mi chamba: para abrir el hociquillo hay que documentarse y pensar más allá del enojo fácil. Me disculpo por no meditar antes de pulsar el teclado y les agradezco tomarse la molestia de contestar.

Ahora bien, no voy a retirar mis caballitos, voy a reagruparlos. Hay algo de lo que dije (tal vez no de cómo lo dije) que sostengo sin malicia y sin intención de polarizar. La frase de Rascón Banda --"Defenderemos hasta la muerte su derecho a decir idioteces"-- parece forma, pero en realidad es fondo.

En mi opinión, Rascón utilizó la frase de Voltaire para justificar su falta de postura crítica.

Dice Alberto, (y dice bien, como suele hacerlo) "el énfasis debería estar en las "sandeces" mismas". No cuestiono el derecho de nadie (mucho menos del presidente de Sogem) a decir lo que opina, cuestiono la frase de Rascón por:
1. Tratar de obtener la simpatía de los oyentes a través de un discurso libertario que no invita a la reflexión sobre el verdadero poder de la palabra.
2. Por usarlo en un auditorio lleno de escritores jóvenes cuyas plumas tienen la posibilidad de modificar, en mayor o menor medida, el panorama cultural de este país.

No se trata de quitarle complejidad a las cosas. Entiendo que un mal poeta es tan defendible como un buen poeta. Es sólo que "decir idioteces", solapado por una institución de esta envergadura, no es precisamente mi idea de responsabilidad social.

Tal vez la parte más interesante de este embrollo sea la toma de conciencia sobre la polarización de la que habla Alberto (reflejada en los comentarios anónimos en el blog de Bef sobre su más reciente post) .
Dichos comentarios no son más que un subproducto (creo) del manejo irresponsable de la misma libertad de expresión citada en párrafos anteriores. Si un candidato a la presidencia utiliza la televisión como instrumento para aterrorizar a sus posibles votantes ¿qué podemos esperar de los asistentes a la sutil provocación de Bef?

Ahora si, aquí están los comentarios de estos dos escritores a mi particular forma de proferir sandeces:

Noé:

para estulticia y mal gusto, btw, he allí la obra de rascón. pero más su discurso, en el que convergen dosis groseras de oportunismo y chabacanería.

eso sí: no creo que se pueda poner en crisis las ideas de voltaire sacándolo de su contexto y pasándolo por el filtro de un "exégeta" tan cuestionable como vhrb. voltaire encarnó, en vida y en obra, una gozosa reivindicación del placer, de la libertad plena y del rigor crítico. vhrb tan sólo lo utiliza, como utiliza a tantos otros, para situarse al lado de las "víctimas" y apuntalar su carrera política. honda y caudalosa diferencia.

por acá seguimos.

Alberto:

Hola, Ira. Vengo desde la bitácora de Bef y a partir del debate más reciente.


Pensando en los comentaristas anónimos de aquel blog, se me ocurre esto: yo creo que Voltaire sabía (aunque nosotros lo olvidemos a veces) que el respeto por lo que digan los demás tiene como contraparte la responsabilidad personal de cada uno con lo que dice. Para empezar.

Y también creo que, si vamos a quejarnos de las tonterías que flotan por todas partes, el énfasis no debería estar en el "pelado" que las dice: aunque tú no la hayas empleado sino para decir "tipo" o "sujeto", la palabrita implica prejuicios que no deberían venir a cuento (por las implicaciones racistas y clasistas que tiene en nuestro pobre país), y muchas personas de noble cuna y caros títulos universitarios también dicen idioteces. Me dirás que la aclaración era innecesaria; mira el tablero de mensajes de Bef y verás que no lo es: que nuestra sociedad está muy polarizada y cada vez peor.

Por contra, el énfasis debería estar (pienso) en las "sandeces" mismas. ¿Debe aceptarse que existe el derecho de decirlas? Sí. ¿Podemos criticarlas? También. ¿Podemos exigir responsabilidad a quien las diga? También. ¿Nuestra crítica deberá ser hecha igualmente de manera responsable? También.

Un saludo desde otra bitácora.


Gracias a todos, incluso a los que nunca comentan pero bien que nos visitan de vez en cuando; gracias por reflexionar cincuenta veces sobre este tema antes de hablar, publicar, o mejor, antes de votar.

2 Comments:

At 12:03 p.m., Blogger Ernesto said...

Coincido con Alberto sobre la polarización en México. Leer lo que pasó en el blog de Bef me deprime profundamente, y eso que sólo leí algunos comentarios que dejaron en su tagboard (no sé por qué no permite el Bef-o la opción de comentarios, en lugar del pizarrón ese que me resulta bastante molesto y difícil de usar). Creo que Bef la regó pensando que "sobraban palabras". A cualquiera le pasa, pues, pero mi admirado Bernardo, siendo estudioso de la imagen, debería saber que es un lugar común, falso como suelen ser, creer que las imágenes dicen "más que mil palabras". De cualquier forma, para él sobraban, y los que le conocemos tenemos, creo, la capacidad para reírnos y preocuparnos de lo que denotaba y connotaba la imagen que posteó. De cualquier forma, no tolero los insultos ni la violencia verbal, sobre todo de parte de absolutos desconocidos que quién sabe con qué información se atreven a juzgar.

Desde acá un abrazo a tod@s,

 
At 9:11 a.m., Blogger Bef said...

Mi querido Ernesto, tienes toda la razón y acepto públicamente que la cagué big time con el asunto de la foto al no comprometer una opinión con una imagen tan controversial.

Así que tomo nota. Muchas gracias.

Y sobre la espantosa pizarra de comentarios, ya estoy trabajando en ello.

Muchos saludos.

 

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