domingo, mayo 01, 2005

Por que no

Claudia Bolaños escribió una nota fantástica para El Universal. La metió de undercover en la sección de Ciudad, pero realmente tendría que estar en primera plana.
Ese primer párrafo no tiene desperdicio.


Por su amor a los libros lo rechazan en prisión

Claudia Bolaños
El Universal
Domingo 01 de mayo de 2005
Ciudad, página 4

Tiene el cabello largo, usa barba, 33 años de edad, es judío y está internado en el Reclusorio Oriente.
Amos Líberman no se considera un elegido, pero sí dice que el sobrevivir en una prisión con alta sobrepoblación es "como caminar sobre el agua".
El desorden de las cosas en este lugar hace que este joven, quien está matriculado en dos universidades, lo considere como el último reducto de la miseria.
Amante de la literatura y considerado como uno de los intelectuales de este Centro de Readaptación Social, critica el sistema penitenciario y la procuración de justicia.
Para él, venido de una familia extranjera, criado sin grandes lujos, pero sin necesidades, la vida que hoy lleva sobrepasa la realidad, "es algo kafkiano", sentencia.
Dice que a través de su nana aprendió el castellano, pues su lengua materna es el hebreo; en la escuela de monjas en la que estudió la primaria aprendió a hablar inglés "y en la cárcel conocí lo que es el hambre".
En sus ratos libres estudia en unos de los cursos de japonés que iniciaron el año pasado en este reclusorio, y en otro practica su francés.
La mayor parte de sus compañeros lo ven con cierto rechazo porque siempre se hace acompañar de dos o tres libros, o de sus cuadernos y lápices para dibujar.
Fue acusado de robo a casahabitación, apeló y se lo reclasificaron en robo en lugar cerrado.
"Nunca he tenido necesidad de robar, mi expediente está plagado de irregularidades, pero ni modo, es parte de la conformación de México.
"Me río de mi propia existencia, y lamento de lo que hemos hecho de nuestro país".