martes, septiembre 06, 2005

Ouch. Tómela humanidad.

Esta nota, entre los cientos de notas diarias sobre el desastre natural en Nueva Orleans, aparece como un humilde recordatorio de que el primer desastre somos nosotros.


Hallan cadáveres en un refrigerador en Nueva Orleáns

Algunos de los cuerpos tienen muestras de muerte violenta, informa el diario local The Times Picayune

EFE
El Universal online
Nueva Orleáns, EU
Martes 06 de septiembre de 2005

11:39 Los soldados de la Guardia Nacional que tomaron el control de Nueva Orleáns hallaron decenas de cadáveres en un refrigerador del Centro de Convenciones, apagado por falta de energía, informó hoy el diario local The Times Picayune.

El periódico, que ha seguido operando con una versión en internet desde el embate del huracán Katrina, el 28 de agosto, indicó que fueron los soldados de la Guardia Nacional de Arkansas, que llegaron al sitio seis días después de la tormenta, los que hallaron los cuerpos, algunos de los cuales tienen muestras de muerte violenta.

Un soldado identificado como Mikel Brooks acompañó al periodista del diario en una inspección del refrigerador: "No pise esa sangre, está contaminada", dijo el uniformado.

El olor que se percibía en la zona, relató el periodista, estaba más allá de los descriptible.

Iluminando los cuerpos con la linterna montada en su fusil, el soldado explicó: "Eso que ve ahí, con un brazo erguido, es un anciano. Ese otro es una niña de unos siete años, degollada".

"Esa otra es una anciana", dijo el soldado señalando el foco de luz hacia una silla de ruedas cubierta con una sábana. "Yo mismo la había escoltado aquí cuando entró. Y ese otro anciano fue muerto a golpes".

Decenas de miles de personas buscaron refugio en el Centro de Convenciones Ernest N. Morial y en el estadio Superdome en Nueva Orleáns, cuando el huracán se abatió sobre la costa de Luisiana.

El alcalde Ray Nagin había ordenado la evacuación de la ciudad, pero más de 60 mil personas, sin medios económicos o de transporte y sin otro sitio donde refugiarse, permanecieron en Nueva Orleáns, y al aproximarse la tormenta buscaron protección en los sitios indicados por las autoridades.

Cuando 80% de la ciudad quedó inundada tras el paso del ciclón, unas 25 mil personas en el estadio y otras 15 mil en el centro de convenciones, permanecieron cinco o seis días sin agua potable, sin aire acondicionado, sin alimentos y sin protección policial.

Según el soldado Phillip Thompson, también de la Guardia Nacional de Arkansas, en el gran refrigerador del centro de convenciones hay entre 30 y 40 cadáveres ya en estado de putrefacción debido a la falta de energía en la zona.