lunes, julio 25, 2005

Como Dylan

Contaba un locutor que a finales de los 60, Bob Dylan llegó a Paris con una sola consigna: conocer a Brigitte Bardot.
En un ser normal, la estrategia habría sido utilizar sus conectes hasta propiciar el encuentro en un restaurante de lujo junto al Sena. O bien, ir a tocar su puerta mostrando su narizota y simplemente decir "Hola, soy Dylan, Bob Dylan, es posible que hayas oído hablar de mí", a lo que ella reaccionaría con una enorme sonrisa y lo invitaría a pasar.
La cosa es que Dylan era quien era y adoptó una actitud un tanto dadá. En cuanto Bob descendió del avión dejó clarísimo que sería imposible transigir con él.
"¿Mr. Dylan, qué opina de su primer concierto en tierras francesas?"
"Brigitte Bardot"
"Se esperan algunas manifestaciones en contra de la guerrra durante su tocada, ¿cuál es su postura al respecto?
"Brigitte Bardot"
"Si claro, es nuestro orgullo nacional, pero ¿qué le podría decir a sus fans ahora que tenemos la fortuna de tenerlo con nosotros?"
"Brigitte Bardot"
"¿Es que Mr. Dylan no quiere contestar a sus aficionados franceses?
"Brigitte Bardot"
"¿Usted la conoce, viene hacia acá, tienen algo que ver?
"Brigitte Bardot"
¿Es que no dará ninguna otra respuesta?
"Brigitte Bardot"
Así, hasta que los periodistas e incluso su manager pensaron que había perdido la razón. Así, hasta que la conoció.

Hay dos o tres personas y unas quince películas que me han llevado a estos extremos.

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Sin City
Sin City
Sin City
Sin City
Sin City

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Ayer grité muchísimo con Land of the Dead. Estaba junto a unas vestidas que apenas me ganaban en aspavientos.
Grité como una chiquilla pesadillienta. Sobre todo cuando salió un niño zombie. George A. Romero lo metió en intercortes, un regalito para el ojo entrenado en el género gore. La opresión en el estómago ocurrió cuando unos segundos después, me di cuenta de que el niño venía acompañado de un payaso. Juntos devoraban el brazo de un soldado.
Ay güey.
Creo que a mucha gente le molestó la peli, pero yo obtuve mi cuota anual de saaangreeeee y vísceras.
Gracias por los gritos George.