martes, junio 08, 2004

Financiando cine

El iraní Abbas Kiarostami, director de El Globo Blanco y El sabor de la cereza sigue dirigiendo aunque aquí no lleguen sus películas. El buen Abbas entró hace poquito a un concurso de fotografía en Japón y, bien talentosote que es, le van a dar una lanota. El "praemium imperiale", que otorga la Asociación de Arte de Japón es uno de los premios, dicen, mejor dotados del mundo.
Aquí, mis carnales el Luis Ayhllón y el Malpica también ganaron premios porque se rifan durísimo escribiendo teatro. Los grandes japonésidos teatreros (que bien que existen) no se fijaron en ellos, por eso no les tocó tanta lana.
Es posible que Luis y Javier tengan algo en común con Kiarostami. De una forma u otra, casi todos fondos destinados al artista contemporáneo van a caer a la insaciable garganta del cine, el SUEÑO MÁS CARO DE TODOS.
Pronto, muy pronto, esas becas, del tamaño que sean van a terminar en la bolsa de un tipo que renta equipo de iluminación o en la del que alquila su sala de edición.
Seguro que para el iraní es un poquitín más fácil, pero la obsesión (he ahí la magia de este asunto) es la misma.
El dinero de mis colaboraciones periodísticas también está a punto de valer quesillo. Otro de mis sueños güajiros está por cumplirse. Voy a dirigir mi guión favorito, con un lujo, que ya me envidio yo solita.
Me pregunto cuántas horas de entrevista, cuántos cassettes, cuántas transcripciones costará ver al buen Taza oyendo a los Pixies en su walkman ochentero.
Todavía no hago la cuenta, pero como dice mi hermano, lo que costase.

1 Comments:

At 9:35 p.m., Anonymous Anónimo said...

Mi estimada Ira. Los cuentos y ensayos se abren en otra ventana. O sea, se abre otra página del explorador. Hasta ahora nadie se ha quejado de eso. Sin embargo, prometo revisar que pasa con eso.
Me da mucho gusto tu entusiasmo por la próxima filmación del Taza. Espero que ahora si me dejes entrar al set. La Fábrica de polvito se está actualizando a diario. Chécala. Yo no me pierdo lo que tu escribes aquí. Ojalá te atrevas a publicar alguno de los cuentos eses que luego me lees. ¡Dinamita pura, manta! Besos por donde sea...

 

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